3/25/2009

Tortilla de patatas


¡Ya ves! Una receta de tortilla de patatas más, si todo el mundo la sabe hacer...
Eso os creéis pero no es tan fácil hacer una jugosa y suculenta tortilla de patatas. Realmente no es dificil y es sólo buscar la combinación adecuada de ingredientes y algún que otro truquito.
A modo de curiosidad decir que nuestra famosa tortilla aparece mencionada como tal en 1817 en Navarra. La leyenda dice, empero, que fue el general Tomás de Zumalacárregui quien, durante el sitio de Bilbao, inventó la tortilla de patatas como plato sencillo, rápido y nutritivo con el que saciar las penurias del ejército carlista. Aunque se desconoce si es cierto, parece ser que la tortilla comenzó a difundirse durante las primeras guerras carlistas. Otra versión de la leyenda afirma que lo inventó una anónima ama de casa navarra, en cuya casa paró el mencionado Zumalacárregui, la señora, que era pobre y lo único que tenía eran huevos, cebolla y patatas, acabó haciendo un revuelto con todo ello, revuelto que gustó mucho al general, que luego la popularizaría.

Bueno basta de historia y manos al fogón:

Ingredientes para 4 personas:
- unas 5 patatas de un tamaño majo
- 5 huevos
- una cebolla
- aceite, sal

Como se hace:
El truco que uso yo es muy simple. Cortar las patatas muy finas como si fueran para churrería (tampoco hace falta ser cirujano, con que te queden las láminas finas vale). En una sartén añadimos un buen chorro de aceite y vamos colocando las patatas poco a poco. Seguidamente añadimos la cebolla cortada en pequeños trozos y removemos a fuego medio.
Mientras tanto en un bol cascamos los 5 huevos y batimos energicamente. Ir removiendo las patatas... ¡es que se rompen al removerlas! Pués precisamente eso es lo que tiene que pasar. Cuando veas que las patatas están melosas y blandas retíralas de la sartén con la espumadera para evitar el exceso de aceite. Mezclamos todo con los huevos. La sartén la limpiamos y la dejamos con un poco de aceite. Esperamos a que se caliente y seguidamente añadimos la mezcla. Dejamos cocer la tortilla removiendo la sartén de vez en cuando. Cuando veas los bordes de la tortilla cocida, la volteas con un plato y cueces por el otro lado. Si te gusta más o menos tostada es a gustos.
Ya la tienes lista para comer caliente, fría en bocata o para llevar en tu tupperware al currele.

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